Israel se ha visto envuelto en un conflicto armado con Hamas, luego de un asalto sin precedentes llevado a cabo por las milicias del movimiento islamista. A lo largo de las últimas horas, más de 2.200 cohetes han sido lanzados desde Gaza hacia el sur de Israel y áreas urbanas clave como Jerusalén y Tel Aviv. Además, cientos de efectivos de Hamas han llevado a cabo una incursión en las localidades fronterizas.

Este ataque masivo, considerado uno de los mayores en los últimos 20 años, ha sacudido la región desde que Hamas tomó el control de la Franja de Gaza en 2006.

En las primeras horas de la ofensiva, las autoridades israelíes han confirmado que al menos 40 personas han perdido la vida y 750 han resultado heridas, incluyendo 70 en estado crítico, según un informe del servicio de Emergencias israelí, Magen David Adom. Por otro lado, el Ministerio de Salud gazací ha registrado al menos 198 palestinos muertos y 1.610 heridos en el contraataque del Ejército israelí en respuesta a la ofensiva de Hamas y otras milicias palestinas, según la agencia oficial de noticias palestina Wafa.

La operación denominada ‘Inundación de Al Aqsa’, anunciada por Hamas esta mañana, ha desencadenado la operación de gran envergadura del Ejército israelí, denominada ‘Espadas de Hierro’, con la cual decenas de aviones de combate israelíes han atacado múltiples objetivos del movimiento islamista en la Franja de Gaza.

Este nuevo conflicto marca el punto culminante de meses de tensión y violencia, especialmente en Cisjordania, donde decenas de palestinos han perdido la vida en operaciones israelíes, mientras que las poblaciones palestinas han sido objeto de ataques de colonos. Por su parte, también se han producido ataques palestinos en localidades cercanas a los asentamientos, resultando en víctimas mortales civiles israelíes.

«Estamos en guerra, ciudadanos de Israel. Esto no es una mera operación ni una escalada, sino una guerra», declaró el primer ministro Netanyahu en respuesta al inicio de la operación anunciada por las Brigadas Ezzedin al Qassam, el brazo armado de Hamas.

«Vamos a ganar esta guerra, y nuestro enemigo pagará un precio como nunca antes ha visto», añadió, evocando los recuerdos del conflicto de 2014 entre Hamas e Israel, que estalló después del secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes por parte del movimiento islamista, resultando en una guerra que duró siete semanas y cobró la vida de más de 2.100 palestinos en Gaza y 73 israelíes, incluyendo 67 soldados.