Tokio, Japón.- Japón lanzó su campaña de vacunación contra el COVID-19 el miércoles, meses después de que otras economías importantes comenzaran a aplicar vacunas y en medio de preguntas sobre si la campaña llegaría a suficientes personas lo suficientemente rápido como para salvar unos Juegos Olímpicos de verano ya retrasados ​​por la pandemia.

El destino de los Juegos Olímpicos y los miles de millones de dólares en juego hacen que la campaña de vacunación de Japón sea crucial. Los funcionarios japoneses también son conscientes de que su rival China, que ha tenido éxito en la lucha contra el virus, será la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno el próximo año. Esto aumenta su deseo de que los Juegos de Tokio se lleven a cabo.

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El lanzamiento de Japón quedó rezagado con respecto a otros lugares porque pidió al fabricante de vacunas Pfizer que realizara ensayos clínicos con japoneses. Esto además de las pruebas ya realizadas en otras seis naciones. Todo como parte de un esfuerzo por abordar las preocupaciones en un país con poca confianza en las vacunas.

Primero inyectará a los trabajadores médicos, luego a los ancianos y vulnerables, y luego, posiblemente a finales de primavera o principios de verano, el resto de la población.

Pero la implementación tardía hará imposible alcanzar la llamada inmunidad colectiva en el país de 127 millones de personas antes de que comiencen los Juegos Olímpicos en julio, dicen los expertos.

Eso dejará a los funcionarios luchando por sofocar la desconfianza generalizada, e incluso la oposición abierta, entre los ciudadanos a la organización de los Juegos. Aproximadamente el 80% de los encuestados en encuestas de medios recientes apoyan la cancelación o el aplazamiento de los Juegos Olímpicos.