Las autoridades de Japón están implementando medidas sin precedentes para enfrentar el creciente número de ataques de osos a personas en el país. Frente al incremento de casos en los últimos meses, especialmente en la zona norte, el gobierno ha decidido ofrecer subsidios e incentivos económicos a los cazadores de osos.

Desde el inicio del año, se han registrado un total de 167 ataques de osos en 17 prefecturas niponas, lo que representa la cifra más alta en un solo año desde que el Gobierno comenzó a recopilar estos datos. Según informa la cadena estatal NHK, se estima que estos ataques han dejado al menos 5 personas muertas.

Los ataques se han multiplicado en las últimas semanas, especialmente durante el mes de octubre, cuando los osos intensifican su búsqueda de alimentos antes de entrar en hibernación y se aventuran más allá de sus hábitats naturales habituales.

Ante esta alarmante situación, el ministro de Medio Ambiente, Shintaro Ito, anunció el pasado 14 de octubre que el Gobierno cubrirá los gastos del rastreo y la caza de osos llevada a cabo por las autoridades locales. La medida busca contener los incidentes, en su mayoría concentrados en las regiones de Hokkaido, Aomori, Iwate y Akita.

Además, Ito aconsejó a la población de las zonas con mayor número de avistamientos de osos a mantener una distancia de seguridad y portar siempre espráis especiales para ahuyentar a los animales.

Incentivos a los cazadores de osos

El gobernador de Akita, Norihisa Satake, anunció también que ofrecerá incentivos de 5.000 yenes (31 euros) a los cazadores de osos por cada animal abatido, a fin de cubrir los gastos relacionados con estas tareas. Esta es la primera vez que una autoridad local toma una medida de este tipo. En lo que va del año, en la prefectura de Akita se han registrado 53 casos de personas heridas por osos, casi el triple que el año anterior.

Causas y consecuencias de los ataques

Los expertos advierten que el riesgo de ataques de osos continuará hasta diciembre, cuando comienza su temporada de hibernación. Atribuyen la intensificación de los incidentes de este año a la falta de nueces y bellotas, principales alimentos de estos mamíferos, lo que los impulsa a buscar sustento fuera de los bosques y las montañas.

Recientemente, un hombre de 72 años fue atacado por un oso en el granero de su vivienda en la ciudad de Toyama, ubicada en el centro del país. El hombre sufrió heridas graves en el rostro y las extremidades, pero el animal fue abatido en el lugar del incidente.

Especies amenazadas

Cabe destacar que los osos autóctonos del archipiélago japonés, conocidos como “Ursus thibetanus japonicus”, se consideran una subespecie vulnerable o en alto riesgo de extinción. También existen osos pardos del Ussuri, llamados “Ursus arctos lasiotus”, que habitan exclusivamente en la isla septentrional de Hokkaido. La conservación de estas especies es un desafío adicional para las autoridades japonesas.

Con estas medidas extraordinarias, Japón espera controlar la problemática de los ataques de osos y garantizar la seguridad de su población. La caza de estos animales se convierte en una herramienta clave para enfrentar esta situación y proteger la vida de las personas en todo el país.

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