El presidente de Argentina, Javier Milei, ha tomado una decisión sin precedentes al disolver la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) debido a descubrimientos que la señalan como un ente utilizado para actividades cuestionables como el espionaje interno, el tráfico de influencias y la persecución política e ideológica.

Esta acción, que ha sido catalogada como una medida necesaria para restablecer la transparencia y el respeto a las normas democráticas, se anunció tras una exhaustiva investigación que reveló la falta de supervisión efectiva en la AFI, la cual ha estado intervenida durante años.

En un comunicado publicado en su perfil de la red social X, la Presidencia argentina expresó: «La proliferación de estas conductas constituyó una deuda con el sistema democrático y republicano que hoy comenzamos a saldar».

Creación de la SIDE: Nuevo enfoque en inteligencia

Como parte de esta reestructuración, Milei ha dispuesto la creación de la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE), la cual estará bajo su dirección y controlará cuatro agencias diseñadas con el objetivo de modernizar y transformar el sistema de inteligencia. Estas agencias se centrarán en promover la excelencia y el profesionalismo en sus labores diarias.

La SIDE, liderada actualmente por el interventor Sergio Neiffert, continuará bajo su dirección, asumiendo un rol importante en la supervisión y coordinación de las nuevas agencias de inteligencia. Estas nuevas entidades incluirán el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) y la División de Asuntos Internos (DAI).

Con esta medida, Javier Milei busca hacer una clara declaración de su compromiso con la transparencia, la democracia y el respeto por las normativas vigentes en Argentina. La creación de la SIDE y la disolución de la AFI marcan un nuevo inicio en el fortalecimiento y modernización del sistema de inteligencia del país.

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