El jefe del organismo nuclear de la ONU visitó el miércoles la malograda planta japonesa de Fukushima, un día después de que el gobierno nipón aprobara un plan energético que contempla un regreso a la energía atómica.

El argentino Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), visitó la planta para supervisar los trabajos de descontaminación del suelo del sitio.

El OIEA monitorea el trabajo que realiza Japón para desactivar la planta de Fukushima Daiichi, dañada por el tsunami desencadenado el 11 de marzo de 2011 por un terremoto, que dejó 18.000 muertos y causó el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil en abril de 1986.

Japón se comprometió entonces a «reducir su dependencia de la energía nuclear hasta donde sea posible».

Sin embargo, el gobierno japonés aprobó el martes un plan para aumentar el uso de energía nuclear ante la creciente demanda energética que provoca la inteligencia artificial y las plantas de semiconductores.

13 millones de metros cúbicos de tierra y 300.000 metros cúbicos de ceniza del material orgánico incinerado

Unos 13 millones de metros cúbicos de tierra y 300.000 metros cúbicos de ceniza del material orgánico incinerado removidos del suelo de la zona para evitar la radiación.

Japón espera reciclar cerca de 75% del suelo, la porción con baja radiactividad, en proyectos como la construcción de carreteras y terraplenes para ferrocarriles.