En un panorama internacional marcado por la polarización política, una encuesta reciente del Centro Pew revela que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, es percibido de manera más favorable que su predecesor, el expresidente Donald Trump. Según los datos recopilados en 34 países, un promedio del 43% de los encuestados confía en que Biden tomará decisiones acertadas en los asuntos mundiales, superando por 15 puntos porcentuales al 28% que confía en Trump.

En la región latinoamericana, ambos líderes enfrentan evaluaciones predominantemente negativas. Para México, la desconfianza hacia Trump alcanza un preocupante 86%. En Colombia y Argentina, este sentimiento negativo es del 67% y 64%, respectivamente. Por otro lado, Biden también enfrenta altos niveles de desconfianza: un 60% de los mexicanos, un 53% de los argentinos, un 51% de los brasileños y un 45% de los colombianos no confían en su gestión.

Biden gana terreno globalmente, pero Trump sigue resistente

A nivel global, Biden ha experimentado una disminución en los niveles de confianza en comparación con el año pasado en 14 países, incluyendo naciones como Israel, Australia, Sudáfrica y Japón. En Europa, el presidente estadounidense tampoco goza del apoyo mayoritario, con altos índices de desconfianza en países como Francia, España y el Reino Unido.

Por su parte, Trump ha logrado obtener altos índices de favorabilidad en países como Filipinas (68%) y Nigeria (63%). Además, cuenta con el apoyo de aproximadamente la mitad o más de la población en naciones del África subsahariana como Ghana, Israel, Kenia y Tailandia.

A pesar de las diferencias de opinión sobre ambos líderes, más de la mitad de los adultos encuestados en los 34 países tienen una opinión generalmente favorable hacia Estados Unidos, con un promedio del 54%. Sin embargo, algunas naciones han manifestado un cambio en sus percepciones, tanto positivas como negativas, desde el año pasado.

La encuesta del Centro Pew muestra que Biden es mejor visto a nivel internacional que Trump. Sin embargo, ambos líderes enfrentan desafíos significativos en términos de confianza y favorabilidad en diferentes regiones del mundo. La polarización política y la divergencia de opiniones continúan influyendo en la percepción internacional de los líderes de Estados Unidos.

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