Las autoridades austriacas detuvieron el sábado a tres jóvenes simpatizantes del Estado Islámico que planeaban perpetrar un ataque contra el desfile del Orgullo en Viena, al que unas 300.000 personas asistieron.

Los sospechosos, de 14, 17 y 20 años, son ciudadanos austriacos de origen bosnio y checheno que se radicalizaron en internet y planeaban usar armas de fuego para atentar contra los participantes del evento, según informó el jefe del servicio de inteligencia nacional de Austria, Omar Haijawi-Pirchner.

El servicio de inteligencia había recibido información previa sobre los presuntos planes de los sospechosos y los mantuvo bajo vigilancia constante hasta que los arrestó por orden de la fiscalía de St. Poelten luego de realizar registros domiciliarios el sábado. En los allanamientos se encontraron varias evidencias, incluidas armas de fuego y material propagandístico del grupo extremista.

Haijawi-Pirchner aseguró que “no hubo peligro para los participantes del desfile en ningún momento” y que se trató de una “acción preventiva” para evitar una posible tragedia. El funcionario dijo que los sospechosos tenían la intención de “sembrar el terror y el miedo” entre la población y que actuaban por “odio y fanatismo” contra la comunidad LGBT.

Para no generar pánico entre los asistentes, el operativo policial no informó de los jóvenes a los organizadores del desfile del Orgullo hasta el domingo.

El ministro del Interior de Austria, Karl Nehammer, felicitó a las fuerzas de seguridad por su exitosa intervención y condenó el intento de ataque como un acto de “odio y fanatismo” contra la comunidad LGBT. Asimismo, reafirmó el compromiso del gobierno con la protección de los derechos humanos y la diversidad.

Cada año desde 1996, el desfile del Orgullo en Viena reivindica la igualdad y la visibilidad de las personas LGBT y es uno de los más grandes y concurridos de Europa. Este año contó con la participación de varios artistas, políticos y activistas que mostraron su apoyo a la causa.

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