El juicio final de Ethan Crumbley, acusado de llevar a cabo un tiroteo devastador en una escuela de Michigan, está programado para este viernes en Detroit. El adolescente, de 17 años, enfrenta múltiples cargos, incluido el asesinato de cuatro estudiantes y heridas a varios más.

El fiscal del condado de Oakland ha solicitado una condena de cadena perpetua para Crumbley. Sin embargo, debido a su edad, el juez Kwamé Rowe tiene la opción de imponer una sentencia más corta, entre 25 y 40 años, lo que permitiría al adolescente ser elegible para libertad condicional en el futuro.

La audiencia final promete ser tensa y emotiva, ya que las víctimas y sus familias tendrán la oportunidad de hablar ante el tribunal. En Michigan, se les concede el derecho de expresar su dolor y buscar justicia en dichas ocasiones.

El tiroteo ocurrió el 30 de noviembre de 2021 en la escuela secundaria de Oxford, ubicada en Oxford Township, aproximadamente a 40 millas al norte de Detroit. Madisyn Baldwin, Tate Myre, Hana St. Juliana y Justin Shilling perdieron trágicamente la vida ese día, mientras que otros seis estudiantes y un profesor resultaron heridos.

La tragedia podría haber sido evitada, ya que el adolescente y sus padres fueron convocados a una reunión con el personal escolar ese mismo día, después de que un maestro notara dibujos violentos realizados por Crumbley. Sin embargo, nadie revisó su mochila en busca de un arma y se le permitió quedarse en la escuela.

Cargos contra los padres de Crumbley

Los padres de Crumbley también enfrentan cargos por homicidio involuntario. Se les acusa de dejar un arma accesible en su hogar y de no haber abordado la salud mental de su hijo de manera adecuada.

Esta tragedia ha golpeado duramente a la comunidad, y los familiares de las víctimas y los sobrevivientes compartirán sus pensamientos y emociones durante la audiencia final. Craig Shilling, padre de Justin Shilling, siente un dolor inmenso todos los días y destaca los desafíos emocionales que enfrenta, incluido el trastorno de estrés postraumático. Buck Myre, padre de Tate Myre, ve la situación como un ‘infierno completo’ en la vida de su familia.

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