Singapur.- La vicepresidenta de los Estados Unidos Kamala Harris acusa a China de hacer uso de coerción e intimidación.

Siendo el principal motivo de respaldar las reivindicaciones ilegales de China en el Mar de China Meridional.

Estados Unidos califica a China como su máximo enemigo y rival y considera que es la más importante prueba geopolítica del siglo XXI.

Kamala Harris está en una visita oficial de siete días en Singapur y Vietnam cuyo objetivo es contrarrestar la influencia de China en el mundo.

Igualmente, Harris tiene que convencer a los líderes de la región de su compromiso con los Estados Unidos en el continente del Sudeste-Asiático.

Con la retirada de Afganistán, EU está desviando la atención mundial hasta la región de Indo Pacífico, aludiendo a los recursos naturales y los temas de seguridad en esa parte del continente asiático.

En un discurso en Singapur, Kamala expresó: «sabemos que Pekín sigue coaccionando, intimidando y reivindicando la gran mayoría del Mar de China Meridional».

Desde una visión estadounidense, las acciones que está tomando Pekín están desestabilizando el orden mundial que se sustenta en normas internacionales.

A su vez, considera que China está amenazando la soberanía de los países a través de sus acciones colonialistas que ya no tienen cabida en este siglo.

Harris también aseveró que «Estados Unidos está junto a nuestros aliados y socios frente a estas amenazas».

Disputa por el Mar de China Meridional

El motivo más importe entre la guerra que hay entre China y los Estados Unidos es por el control del mar que es rico en recursos naturales.

También el Mar de China Meridional es un punto geoestratégico clave para el transporte marítimo que produce billones de dólares.

Además, China está acusada por EU de desplegar arsenal militar como misiles, ignorando la decisión de un tribunal internacional de la Haya.

Que en 2016 este Tribunal declaró que sus reclamos históricos sobre el mar estaban infundados.

Igualmente, durante los últimos meses las tensiones entre estos dos países se han intensificando, lo que socava la paz y la estabilidad en la región.

Estado Unidos alega que existe libertad de navegación en las aguas de disputa y China se opone.

Por lo que, a lo largo de este mes la administración de Biden ha estado en negociaciones virtuales con la contraparte del sudeste Asiático.

Con el fin de mantener el status quo geopolítico y el control sobre la región asiática que es de suma importancia para su seguridad y su prosperidad.

Por último, Kamala Harris añadió «nuestras asociaciones en Singapur, en el Sudeste Asiático y en todo el Indo-Pacífico son una prioridad absoluta para los Estados Unidos».

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