Inglaterra se encuentra convulsionado luego de una serie de disturbios violentos generados por grupos de extrema derecha en distintas ciudades británicas, que han provocado alarma en la población y desencadenado una ola de violencia contra comunidades minoritarias. El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha salido a condenar enérgicamente estos actos de violencia, asegurando que llevará a los responsables ante la justicia de forma rápida y contundente.

«Haremos todo lo necesario para que el mensaje sea claro: si participas en esta violencia, te arrepentirás y serás llevado ante la justicia lo antes posible. La gente de este país tiene derecho a estar segura y estamos decididos a ofrecer esa seguridad», agregó el primer ministro británico. Los disturbios de la extrema derecha han dejado más de 90 personas arrestadas y varios agentes heridos en ciudades como Liverpool, Bristol, Hull y Manchester. Manifestantes han atacado con piedras, latas de cerveza, botellas y sillas, provocando destrozos y saqueos en la región.

La situación actual en Inglaterra

La situación se ha tornado aún más tensa tras un reciente ataque con arma blanca en un centro recreativo en Southport, donde tres niñas perdieron la vida y varias personas resultaron heridas. A pesar de que identificaron y acusaron al autor del ataque, los grupos ultraderechistas han aumentado la violencia y la retórica racista, generando una atmósfera de miedo e inseguridad en el país.

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