La Fiscalía de Corea del Sur ha acusado formalmente al suspendido Presidente Yoon Suk Yeol de insurrección. Esta decisión se relaciona con la polémica declaración fallida de Ley Marcial que desató una crisis política en el país el pasado 3 de diciembre.

Según la agencia oficial Yonhap, Yoon Suk Yeol enfrenta cargos de conspirar con el ex Ministro de Defensa, Kim Yong Hyun. Se les acusa de planear la declaración de la Ley Marcial y el despliegue de tropas en la Asamblea Nacional, además de supuestamente planear la detención de figuras clave como el presidente de la Asamblea Nacional, Woo Won Shik, líderes de partidos opositores y altos funcionarios del organismo electoral. Este caso lo convierte en el primer presidente en la historia del país imputado por insurrección mientras está detenido y suspendido de sus funciones.

Inmunidad presidencial y consecuencias legales

El futuro de Yoon Suk Yeol está incierto. Aunque tiene inmunidad ante acusaciones previas de abuso de poder, enfrentarse a un cargo de insurrección podría llevar a una condena de cadena perpetua. Fue arrestado el 19 de enero por negarse a colaborar con el Tribunal. Su equipo legal argumenta que la declaración de Ley Marcial no es traición, sino una facultad constitucional del Presidente. Según Yoon Gap Geun, su abogado, esta postura cuenta con el respaldo de expertos constitucionalistas.

Un caso histórico con implicaciones políticas

Este caso marca un momento histórico en Corea del Sur y destaca la gravedad de los cargos contra Yoon Suk Yeol. Mientras se espera la decisión del Tribunal Constitucional, la incertidumbre sobre el futuro político del expresidente genera un amplio debate público. La noticia ha tenido un fuerte impacto y seguirá siendo relevante en los próximos días.

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