El nivel de calidad de la democracia en el mundo ha registrado una caída por sexto año consecutivo, marcando un descenso prolongado sin precedentes desde 1975, según revela un informe publicado por el Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA Internacional). La organización intergubernamental, con sede en Estocolmo, Suecia, ha destacado que este declive en la calidad democrática se está experimentando en la mitad de los países, los cuales están sufriendo recortes en los pilares fundamentales de la democracia.

La erosión de los sistemas de equilibrio habituales, como las elecciones, los parlamentos y los tribunales, ha exacerbado esta tendencia negativa. Estas dificultades para mantener una rendición de cuentas se han agudizado en un momento en el que la crisis económica mundial, el cambio climático y la invasión de Ucrania han generado enormes desafíos para los líderes electos.

El informe destaca que 85 de los 173 países analizados han experimentado un deterioro en al menos uno de los indicadores clave relacionados con el desarrollo democrático en los últimos cinco años. Estos indicadores comprenden desde las libertades civiles hasta la independencia judicial. Esta situación afecta a todo el mundo, aunque se han identificado algunos «brotes verdes» en ciertas áreas, como las altas tasas de participación política y el descenso de los niveles de corrupción en África.

Kevin Casas-Zamora, secretario general de IDEA Internacional, ha expresado su preocupación por la situación, señalando que muchos países están enfrentando dificultades incluso en aspectos básicos de la democracia. Sin embargo, también destaca que existen sistemas de control informales, como periodistas, comisiones electorales y comisiones anticorrupción, que podrían contrarrestar con éxito las tendencias autoritarias y populistas.

El informe también hace hincapié en que los sistemas de representación, como elecciones creíbles y supervisión parlamentaria efectiva, se han debilitado incluso en democracias consolidadas, como Costa Rica y Portugal. Además, la oleada de golpes de Estado en África refleja esta preocupante tendencia.

A nivel global, el estado de derecho, la independencia judicial y la ausencia de violencia política han sufrido un debilitamiento pronunciado. El informe revela que el número de democracias se ha estancado, con la mitad de ellas experimentando una recesión en su calidad. Además, aproximadamente el 20% de los países no democráticos están adoptando políticas significativamente más represivas.

Esta tendencia negativa pone en evidencia la urgencia de fortalecer los principios democráticos en todo el mundo y abordar los desafíos que plantea esta situación. La calidad de la democracia es un factor fundamental para el desarrollo, la estabilidad y el bienestar de las naciones, y su deterioro continuo requiere la acción conjunta de los líderes y ciudadanos comprometidos en la preservación y promoción de un sistema político justo y equitativo.