Washington.- En un intento por cerrar las «lagunas legales» en torno a la venta de armas de fuego en Estados Unidos, el gobierno del presidente Joe Biden ha anunciado que se ampliará la verificación de antecedentes para comprar armas en el país. Esta medida, liderada por la vicepresidenta Kamala Harris y la Oficina de la Casa Blanca para la Prevención de la Violencia Armada, busca garantizar que todos los vendedores de armas realicen las debidas verificaciones sin importar dónde se efectúe la transacción.

Harris destacó que actualmente las tiendas de armas están obligadas por ley a verificar los antecedentes de los compradores en cada venta, pero que existen vendedores sin licencia que se aprovechan de vacíos legales al no llevar a cabo este proceso. Según la funcionaria, miles de vendedores sin licencia venden decenas de miles de armas al año sin realizar las verificaciones correspondientes, lo que beneficia a criminales y perpetradores de violencia doméstica.

En palabras del fiscal general de EEUU, Merrick Garland, «bajo la nueva regulación, no importa si las armas se venden en Internet, en ferias o en una tienda física. Todos los vendedores de armas deberán tener una licencia y realizar verificaciones de antecedentes si buscan obtener ganancias«.

La violencia armada en Estados Unidos es una problemática común, donde la cantidad de armas supera incluso a la población del país. Sin embargo, los intentos por restringir la circulación de armas han enfrentado resistencias políticas en el pasado. Ante esto, la Casa Blanca espera que la nueva medida sea impugnada por grupos pro-armas, como ha ocurrido con acciones similares tomadas previamente por el presidente Biden.

En el 2020, Estados Unidos lamentó más de 40,000 muertes relacionadas con armas de fuego, según datos de Gun Violence Archive.

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