La administración del presidente estadounidense Joe Biden ha tomado una medida decisiva en la regulación de los estándares de asilo para migrantes. Se ha promulgado una nueva norma con el fin de endurecer los requisitos para los solicitantes de asilo que buscan refugio en Estados Unidos desde su frontera sur. Esta normativa apunta a aquellos considerados un “riesgo para la seguridad pública o nacional”, limitando su capacidad para presentar una solicitud de asilo.

Los nuevos estándares más estrictos se aplicarán durante las entrevistas de “miedo creíble”, un componente esencial en la determinación de la elegibilidad para asilo. Un funcionario de alto rango ha indicado que estos cambios afectarán a una minoría de los detenidos diariamente en la frontera sur. La intención es excluir a individuos con antecedentes criminales graves o conexiones con actividades delictivas.

Aquellos a quienes se les niegue el asilo serán retornados a México inmediatamente o enfrentarán un proceso de deportación formal, dependiendo de su país de origen. Además, se ha introducido una directriz para que los funcionarios de migración consideren si un solicitante de asilo podría reubicarse dentro de su propio país.

Reacciones a las nuevas medidas de Joe Biden

Estas políticas han suscitado críticas de organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, quienes argumentan que restringen el acceso al debido proceso y vulneran los derechos de quienes buscan asilo. No obstante, la administración Biden sostiene que estas medidas son necesarias para abordar la crisis fronteriza de manera efectiva.

El contexto político y la presión de la oposición y sectores moderados han influido en que Biden se aleje de algunas promesas de campaña sobre la restauración del sistema de asilo. Esto se refleja en la adopción de políticas más restrictivas, como el uso del Título 42 para devoluciones expeditas.

A pesar de una disminución en las detenciones fronterizas este año, el 2023 marcó un récord con más de 2.3 millones de arrestos de migrantes en Estados Unidos. Este número, junto con el aumento de desplazados en la región, ha llevado a una revisión de las políticas de asilo y a la implementación de medidas más estrictas.

En un año electoral, con la migración como tema clave, la administración demócrata busca un equilibrio entre la seguridad nacional y la protección de los derechos de los solicitantes de asilo. A pesar de las críticas, el gobierno de Biden permanece firme en su postura de establecer estándares más rigurosos para quienes representan un “riesgo” para la seguridad pública.

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