Mosul, Irak.- El Papa Francisco, en un viaje histórico a Irak, voló a Mosul en helicóptero para alentar la venda de las heridas sectarias y orar por los muertos de cualquier religión.

Los residentes musulmanes y cristianos de Mosul le contaron al Papa Francisco sobre sus vidas bajo el brutal gobierno del Estado Islámico el domingo. El pontífice bendijo su voto de resurgir de las cenizas, diciéndoles que «la fraternidad es más duradera que el fratricidio».

Te podría interesar: Papa Francisco se reúne con el importante clérigo Ali al-Sistani

El Papa de 84 años pasó junto a ruinas de casas e iglesias hasta una plaza que alguna vez fue el próspero centro del casco antiguo. La ciudad del norte fue ocupada por Estado Islámico de 2014 a 2017.

“Juntos decimos no al fundamentalismo. No al sectarismo y no a la corrupción ”, dijo al Papa el arzobispo caldeo de Mosul, Najeeb Michaeel. Francisco estaba sentado en una silla blanca rodeado de esqueletos de edificios y escaleras colgantes.

La Ciudad Vieja de Mosul alberga iglesias y mezquitas antiguas que fueron destruidas en 2017. Esto en la sangrienta batalla de las fuerzas iraquíes y una coalición militar internacional para expulsar al Estado Islámico.

La corrupción y las luchas internas entre los políticos iraquíes siguen ralentizando los esfuerzos por reconstruir Mosul. Así, gran parte de la ciudad sigue en ruinas.

El Papa, visiblemente conmovido por la devastación que lo rodeaba, oró por todos los muertos de Mosul.

«Qué cruel es que este país, la cuna de la civilización, haya sido golpeado por un golpe tan bárbaro, con antiguos lugares de culto destruidos y muchos miles de personas – musulmanes, cristianos, yazidíes y otros – desplazados por la fuerza o asesinados». él dijo.

“Hoy, sin embargo, reafirmamos nuestra convicción de que la fraternidad es más duradera que el fratricidio, que la esperanza es más poderosa que el odio, que la paz es más poderosa que la guerra”.