La policía federal argentina (PFA) realizó un operativo en el que clausuró una imprenta casera dedicada a producir y vender libros y material de orientación nazi en el municipio de San Isidro, al norte de la capital del país. En el lugar se incautaron más de 200 publicaciones con imágenes de cruces esvásticas, águilas imperiales, calaveras y runas, entre otros símbolos prohibidos por las leyes antidiscriminatorias locales.

El dueño de la imprenta, cuya identidad no fue revelada, fue detenido y puesto a disposición de la justicia federal

Según el jefe de la PFA, Juan Carlos Hernández, se trata de un caso «histórico» por la cantidad y calidad del material hallado, que se vendía abiertamente en plataformas de comercio electrónico. «Es una verdadera imprenta de difusión y venta de simbología, libros y adoctrinamiento nazi», afirmó Hernández en una conferencia de prensa.

La investigación se inició hace dos años a partir de una denuncia realizada por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), que alertó sobre la existencia de una red de distribución de propaganda nazi en el país. La PFA contó con la colaboración de la Unidad de Investigaciones Terroristas y la División Delitos Tecnológicos para rastrear las publicaciones y llegar hasta la imprenta clandestina.

La DAIA celebró el operativo y lo calificó como «un gran paso en la lucha contra el antisemitismo y el negacionismo». La entidad recordó que la exhibición y venta de material nazi es un delito que «justifica, reivindica y hasta venera las atrocidades cometidas por el régimen nacional socialista nazi contra la comunidad judía».

Argentina fue refugio de criminales nazis después de la Segunda Guerra Mundial, pero también dio acogida a judíos que huían de las persecuciones y los campos de exterminio. La policía en Buenos Aires incautó un conjunto de 83 objetos nazis en 2017 y los entregó al Museo del Holocausto de Argentina para su custodia en 2019.

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