La desaparición de una niña peruana de cinco años en la ciudad italiana de Florencia ha generado una gran conmoción y movilización social, mientras la policía investiga todas las hipótesis posibles, incluido un eventual secuestro.

Cataleya Álvarez fue vista por última vez el sábado al mediodía, cuando jugaba en el patio del edificio donde vive con su familia, el antiguo hotel Astor, que fue ocupado por varias familias latinoamericanas y de otras nacionalidades desde septiembre de 2022.

Según los medios locales, la menor habría tenido una discusión con otros niños y se habría alejado del lugar. Su madre, que regresó del trabajo poco después, no la encontró y denunció su desaparición a las autoridades.

Desde entonces, se ha desplegado un amplio operativo de búsqueda que involucra a la policía, los bomberos, los carabineros y la comunidad peruana de Florencia, que ha difundido numerosos llamamientos en las redes sociales y grupos de WhatsApp para solicitar información.

Los investigadores han revisado las cámaras de seguridad de la zona y han interrogado a posibles testigos, sin descartar ninguna pista. Algunas imágenes mostrarían a la niña saliendo y entrando de un patio del edificio, que tiene varias salidas.

Una ambulancia tuvo que atender a la madre de Cataleya tras sufrir un malestar por la angustia. Ella ha relatado a los medios que hace unas semanas otra familia que ocupa el edificio tuvo un incidente con ella y su hija y se mostró agresiva.

El alcalde de Florencia, Dario Nardella, ha expresado su preocupación y su solidaridad con la familia de la niña y ha confiado en el trabajo de la policía para esclarecer el caso.

Más casos de niñas desaparecidas

La desaparición de Cataleya ha generado una gran repercusión mediática y social en Italia, donde otros casos similares registrados en los últimos años aún no se han resuelto.

Entre ellos, el de Denise Pipitone, una niña siciliana que desapareció en 2004 cuando tenía cuatro años y cuyo paradero sigue siendo un misterio. Recientemente, se reabrió la investigación tras la aparición de una mujer rusa que podría ser ella.

También el de Emanuela Orlandi, una adolescente vaticana que desapareció en 1983 cuando tenía 15 años y cuyo caso ha estado rodeado de teorías conspirativas y pistas falsas. Su familia sigue buscando la verdad sobre su destino.

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