La Torre Eiffel, una de las principales atracciones turísticas a nivel mundial, permaneció cerrada el miércoles debido a una huelga convocada por el personal en conmemoración al centenario de la muerte del ingeniero Gustave Eiffel, constructor del monumento.

La protesta, liderada por el sindicato CGT, critica la «actual gestión» de la torre y denuncia un modelo económico «demasiado ambicioso e insostenible» por parte del operador SETE.

Este sindicato argumenta que existe una «infravaloración de los presupuestos de obras del monumento» y una «sobrevaloración de los ingresos» basada en un objetivo nunca antes alcanzado de «7,4 millones de visitantes».

A pesar de ser el monumento más famoso de París, la Torre Eiffel cerró sus puertas en 2022 a 5,9 millones de visitantes, la cifra más alta desde 2019.

Construida en 1889 para la Exposición Universal de París, la torre se erigió como el símbolo emblemático de la capital francesa.

La huelga del miércoles refleja la preocupación del sindicato por la dirección económica de SETE y destaca la importancia histórica y cultural de la torre, cuyo constructor, Gustave Eiffel, falleció el 27 de diciembre de 1923 a los 91 años.

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