El problema de la inmigración no se va a solucionar de raíz. Esto es un drama humanitario inherente a la humanidad, y lo que necesitamos es que se pueda gestionar con racionalidad y con respeto a los derechos humanos», indicó Clavijo en una entrevista al diario El Mundo.

Las islas Canarias son la principal puerta de entrada de inmigrantes a España, pese a la extrema peligrosidad de la ruta marítima desde la costa noroeste de África.

Durante 2024, llegaron 46.843 migrantes, una cifra que supera con creces el récord de 2023 (39.910).

«Tenemos un sentimiento de abandono y de soledad», deploró el presidente de Canarias, región desbordada por la magnitud de las llegadas en los últimos meses, sobre todo en materia de atención a menores no acompañados, que debe albergar en abarrotadas instalaciones de acogida.

«Es la primera vez en democracia que un territorio en una situación de emergencia está siendo objeto de la insolidaridad del Gobierno de España, que no asume sus obligaciones, pero también de las comunidades autónomas (regiones)», afirmó.

En España, la atención a los inmigrantes adultos es responsabilidad del Gobierno central, pero la de los menores no acompañados es responsabilidad exclusiva de las regiones.

Desde hace meses, el Gobierno del socialista Pedro Sánchez y la oposición de derecha, que dirige un buen número de regiones, no consiguen ponerse de acuerdo para distribuir a los menores que llegan a Canarias por todo el país.

Para sortear el bloqueo de la oposición y aliviar las saturadas infraestructuras canarias, el Gobierno estudia una medida puntual para repartir unos 5.000 menores, pero aún no ha sido aprobada.

© 2025 AFP