Las fuerzas insurgentes lideradas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y sus aliados han consolidado su control sobre más de la mitad de la ciudad de Alepo, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Entre los lugares estratégicos tomados por los rebeldes figuran la Gran Mezquita de Alepo, la histórica ciudadela y la emblemática plaza Saadalá al Yabri, considerada el corazón de la ciudad, de acuerdo con la cobertura del medio de comunicación Al Yazira.

El ataque insurgente, iniciado el miércoles, se produjo tras semanas de intensos bombardeos en el sur de Idlib por parte de Siria y Rusia, así como el despliegue de tropas gubernamentales cerca de las líneas de frente.

Según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, las fuerzas rebeldes lograron ingresar en barrios del oeste y suroeste de Alepo. “Los combatientes tomaron el control de cinco barrios y las fuerzas del régimen no opusieron gran resistencia”, explicó Abdel Rahman.

Ante esta situación, las autoridades sirias han decretado un toque de queda en Alepo que se extenderá hasta el sábado por la mañana. Según el Departamento de Operaciones Militares de Siria, esta medida busca “proteger la ciudad, desplegar fuerzas de seguridad y eliminar los restos de la guerra”.

Este avance rebelde es el primero de tal magnitud en Alepo desde 2016, cuando las fuerzas de Bashar Al Assad, respaldadas por Rusia, Irán y milicias aliadas, lograron expulsar a los insurgentes de los barrios orientales de la ciudad tras meses de combates.

Ahora, el ataque aéreo de represalia lanzado por el régimen y sus aliados rusos se concentra en las posiciones rebeldes en Idlib, considerado uno de los últimos bastiones opositores en Siria.