En medio de las tensiones comerciales entre Brasil y Estados Unidos, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha dejado claro que su país no permitirá las amenazas arancelarias de Donald Trump sin reaccionar. En una entrevista con Radio Clube, Lula expresó su disposición a aplicar impuestos a los productos importados de Estados Unidos y presentar una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) si Trump implementa los aranceles propuestos para el acero y el aluminio provenientes de Brasil.

El presidente brasileño criticó la postura de Estados Unidos, acusándolos de actuar como «el sheriff del mundo». Lula afirmó que si se imponen sanciones contra Brasil, habrá una respuesta proporcional. Sin embargo, también subrayó la importancia de mantener una relación diplomática sólida con Estados Unidos, un país con el que Brasil tiene más de 200 años de historia en su relación bilateral, y expresó su esperanza de alcanzar un acuerdo.

Lula sobe o tom sobre taxa do aço: “Vamos taxar produtos americanos”.

Presidente afirmou que, caso seja a confirmada a taxação do aço, poderá denunciar os EUA à Organização Mundial do Comércio (OMC) pic.twitter.com/V8TnUO7DhC

— Metrópoles (@Metropoles) February 14, 2025

El impacto económico de los aranceles en Brasil

La decisión de Trump de imponer una tarifa del 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio ha causado preocupación en Brasil, uno de los principales proveedores de estos productos a Estados Unidos, después de Canadá. Lula entiende que estos aranceles podrían afectar seriamente la economía brasileña, por lo que se ha mostrado firme en defensa de los intereses de su país.

En cuanto a su futuro político, Lula no descarta la posibilidad de postularse a la reelección en las elecciones generales de 2026, siempre que su salud y energía lo permitan. Con 79 años, el presidente afirmó que sigue comprometido con el bienestar de la población brasileña y tiene mucho que ofrecer durante su actual mandato. Las tensiones comerciales y las aspiraciones políticas de Lula marcan un escenario en el que las decisiones actuales impactarán el futuro de Brasil y su relación con Estados Unidos. La amenaza de gravámenes a productos estadounidenses por parte de Brasil subraya la prioridad de la defensa de los intereses nacionales en la agenda del presidente.

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