En un discurso pronunciado en Porto Alegre, Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, alertó sobre los riesgos que enfrenta la democracia en la región ante la ultraderecha de líderes como su homólogo argentino Javier Milei y el exmandatario Jair Bolsonaro.

Lula destacó que, a diferencia de épocas anteriores en las que era la izquierda la que cuestionaba el sistema, ahora es la ultraderecha la que representa una amenaza a los valores democráticos. En este sentido, el líder progresista hizo un llamado a defender las instituciones que garantizan la democracia y a recuperar el humanismo en la política.

“Quienes son contra el sistema ahora son Milei, en Argentina, o Bolsonaro, que hasta hoy no reconoce su derrota en las elecciones” de 2022, afirmó, quien en esos comicios fue elegido presidente por tercera vez, tras haber gobernado Brasil durante dos períodos consecutivos, entre 2003 y 2010.

“Antes en la política teníamos adversarios” y no “enemigos”, pero ahora “eso acabó en Brasil, en Estados Unidos, en España y está acabando en Portugal”, declaró el mandatario, quien instó a recuperar “el humanismo” y “el valor de las instituciones que son garantes de la democracia”.

El mandatario brasileño sostuvo que “hoy la política está tomada por el odio” y que, “en las luchas que vienen por delante, es importante recordar que lo que corre riesgo en el mundo es la democracia“. Además alertó sobre el peligro que representa la expansión del fascismo y el nazismo, así como la manipulación de la opinión pública a través de redes sociales.

“Es más fácil decir que todos los políticos son ladrones, que las instituciones no funcionan, que las cortes supremas molestan, que los sindicatos no valen nada y que nada vale nada”, enfatizó, para agregar que es preciso “pelear contra ese pensamiento perverso y malvado”.

Lula advirtió sobre el peligro de las nuevas tecnologías y aseguró que el mundo vive uno de sus momentos más “grotescos”, en el que “la verdad no vale nada y la mentira vale todo”, por lo que el campo progresista debe “luchar” por convencer a las personas de que “no son algoritmos”, sino “seres humanos que quieren solidaridad y fraternidad”.

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