El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó su apoyo a la finalización de una carretera que cruza una parte importante de la selva amazónica, a pesar de las advertencias de científicos sobre las consecuencias desastrosas que esto podría traer para la deforestación en la región.

La decisión de Lula de culminar la pavimentación de la BR-319 ha generado controversia, ya que muchos temen que esto abra la puerta a la explotación ilegal de recursos naturales en el Amazonas.

Expertos advierten daños ambientales

La BR-319, una carretera federal de aproximadamente 900 kilómetros que conecta Porto Velho con Manaos, ha causado controversia desde su construcción en la década de 1970 durante la dictadura militar en Brasil. A pesar de haber sido abandonada y cubierta por la selva en gran parte de su extensión, la pavimentación de esta vía ha sido vista como una alternativa de transporte ante la sequía récord que afecta a la región amazónica.

Lula se comprometió a completar la pavimentación de la carretera con responsabilidad, considerando la importancia actual de la vía debido a las dificultades de navegación en los ríos amazónicos. Esta postura ha sorprendido a muchos, especialmente porque Lula peleó por la protección del medio ambiente.

Científicos y activistas ambientales advierten sobre las posibles consecuencias devastadoras de finalizar la BR-319, ya que se abriría el acceso a madereros, mineros ilegales y agricultores que podrían intensificar la deforestación en la región. Un estudio ha estimado que la finalización de la carretera podría resultar en un aumento significativo en la deforestación para el año 2030, lo que equivaldría a una extensión mayor que el estado de Florida en Estados Unidos.

La ministra de Medio Ambiente de Lula, Marina Silva, se opuso a la finalización de la carretera, argumentando que no es viable desde el punto de vista económico y ambiental. Sin embargo, un grupo de trabajo del Ministerio de Transporte ha respaldado la viabilidad del proyecto.

Sequías e incendios en el Amazonas

En medio de una de las peores sequías que ha enfrentado la región del Amazonas, los incendios forestales han cobrado una magnitud alarmante a lo largo de la BR-319. Miles de hectáreas de selva tropical han sido devoradas por las llamas, poniendo en peligro la biodiversidad de una de las regiones más importantes para el equilibrio ambiental del planeta.

La situación se agrava aún más con la propuesta de Lula da Silva de retomar la pavimentación de la carretera suspendida en julio por falta de medidas de protección contra la deforestación.

Expertos y grupos ambientalistas han manifestado su preocupación ante la consecuencia que la pavimentación de la BR-319 podría tener en la proliferación de incendios forestales. Según Christian Poirier, portavoz de Amazon Watch, la deforestación que desencadenaría esta acción solo agravaría la crisis ambiental actual, con consecuencias catastróficas a nivel mundial.

La decisión de Lula de avanzar con este proyecto ha generado críticas tanto a nivel nacional como internacional. Mientras que algunos argumentan que el desarrollo económico de la región es fundamental, otros destacan la importancia de preservar la Amazonía como un patrimonio natural y vital para el planeta.

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