El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, generó controversia este lunes al pedir «mano de hierro» a los poderes del Estado luego de las protestas y denuncias de fraude que surgieron en medio de las elecciones del 28 de julio, donde fue proclamado como presidente reelecto con el 52% de los votos.

En un discurso pronunciado ante los medios, Maduro demandó mayor celeridad y eficiencia a los poderes del Estado para combatir el crimen y la violencia que se ha desatado en el país.

«Exijo mano de hierro y justicia severa frente al delito de odio, haciendo valer los principios constitucionales«, afirmó el mandatario.

El mandatario también acusó a su rival en las elecciones, Edmundo González Urrutia, y a la líder opositora María Corina Machado, de alentar un «golpe de Estado» y una «situación de guerra civil».

Maduro aseguró que ambos han sido neutralizados, pero cuestionó su paradero y los acusó de ser los «autores intelectuales» de la violencia en el país.

González Urrutia asegura 67 % de votos

González Urrutia, por su parte, ha denunciado irregularidades en el proceso electoral y ha alegado que ganó la elección con el 67% de los votos.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no ha publicado el detalle del escrutinio, argumentando un supuesto jaqueo al sistema automatizado de votación.

La oposición venezolana ha respaldado a González Urrutia y ha compilado en un sitio web copias de más del 80% de las actas escaneadas, como parte de su estrategia para demostrar la supuesta victoria de su candidato.

La Fiscalía venezolana ha iniciado una investigación al respecto. En este contexto de tensión política y social, Maduro ha hecho un llamado a la «unidad nacional» y ha solicitado a los ciudadanos que se sumen a su lucha contra la oposición y los supuestos conspiradores.

La situación en Venezuela continúa siendo un tema de preocupación a nivel internacional, mientras se espera una resolución a la crisis postelectoral.

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