La audiencia celebrada este martes en el Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el uso de la píldora abortiva atrajo a las cercanías de la corte a cientos de manifestantes en favor del fármaco, quienes reclamaron el derecho de las personas a decidir sobre sus propios cuerpos.

En un contexto en el que la guerra contra la píldora abortiva sigue su curso, los manifestantes alzaron la voz en las puertas del alto tribunal en Washington. Entre ellos se encontraba Angela Cobián, directora senior de alianzas estratégicas de Planned Parenthood, quien expresó su preocupación por el caso que considera políticamente motivado y que pone en riesgo la salud reproductiva de las personas gestantes del país.

La polémica se desató a raíz de la decisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 2016 de flexibilizar las normas para obtener la mifepristona, un medicamento utilizado en la interrupción del embarazo. La Alianza para la Medicina Hipocrática, una asociación médica antiabortista, cuestionó la posibilidad de recetar la pastilla de forma telemática y su envío por correo, lo que fue respaldado por una corte de apelaciones.

Las manifestaciones convocadas por Planned Parenthood y otras organizaciones en coalición reunieron a individuos que defienden el acceso a la píldora abortiva como una opción segura y necesaria para el ejercicio de los derechos reproductivos. En medio de la incertidumbre provocada por la anulación del fallo ‘Roe contra Wade’ en 2022, que protegía el aborto a nivel federal desde 1973, las personas presentes en la protesta han dejado en claro su preocupación por el retroceso en los derechos reproductivos.

De esta forma, la contienda entre los defensores y opositores de la píldora abortiva ha marcado una audiencia crucial en el Tribunal Supremo, donde se espera que la decisión final se comunique a finales de junio o comienzos de julio. A pesar de la mayoría conservadora en el TS, se ha demostrado cierta apertura a no restringir el acceso a la mifepristona.

La polarización en torno al tema del aborto cobra relevancia en el escenario electoral, siendo uno de los puntos de fricción entre demócratas y republicanos. Mientras los manifestantes pro píldora clamaban por la defensa de los derechos reproductivos, grupos antiabortistas abogaban por priorizar la salud y bienestar de las mujeres.