En medio de una crisis ambiental sin precedentes, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha declarado estado de emergencia en tres departamentos de la selva afectados por los devastadores incendios forestales que han cobrado la vida de 16 personas en lo que va del año. Durante una pausa en la reunión semanal del Consejo de Ministros, Boluarte anunció la decisión de declarar en estado de emergencia las regiones de San Martín, Amazonas y Ucayali, donde persisten más de 200 incendios forestales, de los cuales solo 38 están activos.

«Ya hemos avanzado en un 80% en el control y extinción de estos incendios», asegura la mandataria, mientras que los incendios que aún persisten se concentran precisamente en los tres departamentos declarados en emergencia. El cambio climático, la ausencia de lluvias y una intensa sequía han contribuido al aumento de estos incendios forestales que han arrasado vastas extensiones de territorio en el país.

La respuesta del gobierno de Perú

La respuesta del gobierno ante esta tragedia ha sido el envío de helicópteros pertenecientes al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea a las zonas en emergencia, en un esfuerzo por contener y extinguir los incendios. Autoridades peruanas han señalado que la mano humana es la responsable del origen de estos incendios, ya que se han detectado prácticas de quema de residuos vegetales y arbustos con el objetivo de renovar tierras de cultivo, una tradición ancestral que, sin embargo, está contribuyendo a la propagacion de los incendios.

Gobernadores de las regiones afectadas han exigido al gobierno mayor ayuda y recursos para hacer frente a esta crisis, la cual ha causado pérdidas humanas, daños a los ecosistemas y la flora y fauna silvestre, según informes de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental. Hasta el momento, más de 1,495 hectáreas han sido afectadas por los incendios forestales en todo el país, destruyendo cultivos de maíz, cebolla, melocotón y aguacate, así como 2,000 hectáreas de pastizales. La temporada de incendios forestales se prevé que continúe hasta noviembre, por lo que se hace urgente una respuesta coordinada y eficaz por parte de las autoridades para combatir esta emergencia ambiental que amenaza la biodiversidad y la vida de miles de personas en el Perú.

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