En medio de una creciente crisis de violencia y crimen organizado, Daniel Noboa, presidente ecuatoriano, reveló en entrevista a radio «FM Mundo» que más de 38 naciones están dispuestas a brindar asistencia internacional. Entre los países que ya han confirmado su colaboración se encuentran Argentina y Estados Unidos.

«Este no es el momento de, por ego o vanidad, decir que no», declaró Noboa. «Necesitamos apoyo militar en forma de personal y equipamiento, así como asistencia en inteligencia y artillería».

Ecuador permanece en estado de guerra

El mandatario ecuatoriano afirmó que su país se encuentra en estado de guerra debido a las acciones violentas protagonizadas por bandas del crimen organizado. En respuesta, declaró un conflicto armado interno y anunció que no piensa negociar ni ceder ante estos grupos.

«Estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos terroristas», enfatizó Noboa en su primera intervención pública desde el inicio de esta crisis de inseguridad.

Noboa pretende reforzar la seguridad

Ante la escalada de violencia, Ecuador ha solicitado ayuda internacional para fortalecer su capacidad militar y de seguridad. Los países que ofrecen su respaldo están dispuestos a enviar personal, soldados, así como suministros y equipos necesarios para combatir esta amenaza.

Además de enfrentar el desafío de la violencia y el crimen organizado, el presidente Noboa también hizo hincapié en la necesidad de tomar medidas económicas duras para hacer frente a los gastos generados por esta guerra contra el narcotráfico.

«Debemos tomar medidas económicas duras y estar alineados porque una guerra cuesta y cuesta dinero», señaló el mandatario.

Ecuador podría adaptar medidas económicas

Aunque no se especificaron las medidas económicas que se adoptarán, el presidente descartó el aumento de impuestos para evitar una mayor carga para los ciudadanos en momentos difíciles.

Esta lucha contra el crimen organizado también tiene implicaciones financieras para el país. En 2023, el déficit fiscal de Ecuador alcanzó casi 6.000 millones de dólares, lo que representa un «hueco fiscal» significativo en las cuentas del gobierno.

Ante esta situación, el ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Juan Carlos Vega, ha mencionado la posibilidad de enfocar los subsidios a los combustibles y reducir los gastos de las empresas públicas como una forma de abordar este desafío financiero.