El Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha registrado, en lo que va de 2023, al menos 1,104 migrantes muertos o desaparecidos en las rutas de las Américas.

Estas cifras alarmantes han sido calificadas como un «llamado a la acción» por parte de Edwin Viales, monitor regional para las Américas del proyecto.

Viales destacó la existencia de un «gran subregistro» en las estadísticas, especialmente en zonas como la selva del Darién, que conecta Sur y Centroamérica, y en la peligrosa frontera entre México y Estados Unidos.

Los datos recopilados hasta el momento indican que las principales causas de muerte o desaparición son ahogamientos, accidentes de vehículos, condiciones ambientales adversas, actos de violencia, muertes accidentales, enfermedades o falta de acceso a la salud, y motivos desconocidos.

En el transcurso de este año, 533 migrantes han enfrentado estos trágicos destinos en la frontera entre México y Estados Unidos, 75 en la ruta de Cuba hacia Estados Unidos, 42 en el Darién, 41 entre República Dominicana y Puerto Rico, y 4 entre Haití y República Dominicana.

Sin embargo, se desconoce la ruta de los demás casos registrados.

Desde 2014, el Proyecto Migrantes Desaparecidos ha documentado un total de 8,569 migrantes muertos o desaparecidos en las Américas, subrayando la gravedad de la situación y la necesidad de abordar estos desafíos humanitarios.

Durante una sesión de trabajo con organizaciones de la Red de las Américas sobre Migrantes Desaparecidos, se hizo hincapié en la importancia de abordar estas tragedias desde una perspectiva humanitaria, brindar apoyo a las familias de las víctimas y promover una mayor coordinación local, bilateral y regional para prevenir futuras muertes y desapariciones.

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