En distintos puntos de Cisjordania, cientos de personas se manifestaron el martes exigiendo la renuncia del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.

Las protestas, marcadas por consignas como «¡Fuera! El pueblo quiere la caída del Presidente,» tuvieron lugar en Ramala y otras ciudades, intensificadas por un bombardeo que alcanzó un hospital en la Franja de Gaza.

Además, se registraron choques con las fuerzas de seguridad palestinas y manifestaciones en la Embajada israelí en Amán, donde se encuentra el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

Estas concentraciones respondieron a un llamado de varias facciones palestinas que acusan a Abbas de su cercanía con Israel y su tono conciliador durante el conflicto en curso.

La situación también ha llevado a un aumento en el número de detenidos en Cisjordania, con 440 arrestos de origen palestino desde el inicio de los ataques el 7 de octubre, de los cuales 220 están afiliados a Hamas.

Además, se capturaron a 51 miembros del grupo terrorista, incluidos oficiales de alto rango.

En respuesta, Hamas ha puesto a los rehenes en el centro de la escena, prometiendo su liberación inmediata si Israel detiene los bombardeos sobre Gaza y libera a los palestinos en sus cárceles.

Turquía también ha entablado conversaciones con los terroristas para obtener la liberación de los rehenes.

Abbas canceló su encuentro con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y convocó una reunión de emergencia en respuesta a las protestas.

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