El papa Francisco sigue hospitalizado en una situación crítica mientras se enfrenta a una compleja infección pulmonar, confirmó el Vaticano. Según fuentes cercanas al pontífice, su salud ha empeorado durante el fin de semana, encendiendo las alarmas.

El doctor Nelson Castro, amigo personal y médico de confianza de Francisco, reveló a la Voz de América que «hay motivos de preocupación» por la salud del Papa. Durante su hospitalización, le administraron oxígeno a alto flujo debido a un cuadro de anemia y pérdida de plaquetas, complicaciones asociadas a la infección que todavía no está plenamente controlada.

El Papa Francisco seguirá bajo vigilancia

El médico personal de Francisco, Sergio Alfieri, también confirmó que el Papa se encuentra en una situación delicada. A pesar de estar consciente y lúcido, la emergencia respiratoria que vivió fue grave, aunque no requirió ser intubado. Sin embargo, la situación se prolongó y fue difícil de revertir, lo que ha llevado a la aparición de nuevos problemas de salud.

El equipo médico del Hospital Gemelli de Roma, donde está internado el pontífice, está monitoreando de cerca su evolución clínica. A pesar de estar estabilizado, siguen alerta a posibles complicaciones que puedan surgir en las próximas horas. El doctor Castro destacó que están preparados para actuar ante cualquier eventualidad y que mantendrán una vigilancia extrema sobre la salud de Francisco.

La incertidumbre en torno a la salud del Papa ha despertado preocupación en todo el mundo, con millones de fieles enviando oraciones y buenos deseos para su pronta recuperación. Mientras tanto, el Vaticano sigue actualizando sobre su estado de salud y pidiendo respeto por la privacidad del pontífice en este momento tan delicado.

El Papa habló sobre su muerte

En el pasado, el papa Francisco habló con franqueza la posibilidad de su fallecimiento. En su libro La salud de los Papas, Nelson Castro le preguntó cómo imaginaba su final. «Podría ser como Papa o Papa emérito y en Roma», respondió el pontífice, aclarando que contempla la posibilidad de renunciar si su estado de salud lo impide.

Por ahora, el equipo médico continúa manteniendo un monitoreo constante, evaluando la evolución del Papa y preparándose para cualquier eventualidad.

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