En medio de un mar de pancartas y cánticos, miles de médicos y residentes se unieron en una marcha en las calles de Seúl la capital de Corea del Sur  para expresar su descontento contra un plan del gobierno que incrementa significativamente el número de plazas en las facultades de medicina. La huelga de casi dos semanas liderada por los médicos en prácticas ha generado un clima de tensión y protesta en la capital surcoreana.

La manifestación multitudinaria contó con la participación de médicos veteranos que expresaron su apoyo inquebrantable a los médicos en formación. Park Sung-min, miembro veterano de la Asociación de Médicos de Corea, denunció la política médica del gobierno como “absurda” y llamó a detener las represalias contra los manifestantes. Los lemas y cantos resuenan en las calles mientras los manifestantes levantan sus pancartas en un acto de resistencia pacífica.

Las autoridades del gobierno anunciaron duras, incluyendo la suspensión de licencias médicas, contra cerca de 9 mil médicos residentes y en prácticas que desafíen las medidas de regresar a sus puestos de trabajo. A pesar de las advertencias, la marcha transcurrió sin incidentes violentos mientras los manifestantes hacían escuchar su voz enérgica y decidida.

La ausencia masiva de casi 9 mil médicos en huelga ha provocado cancelaciones de cirugías y tratamientos en numerosos hospitales del país. Aunque son una minoría dentro de los 140 mil médicos de Corea del Sur, los médicos en formación representan entre un 30 y un 40 por ciento de la fuerza laboral en algunos hospitales importantes. Su papel crucial en la asistencia a médicos veteranos ha dejado al descubierto la complejidad de la situación actual.

La propuesta controvertida de Corea del Sur

La propuesta del gobierno de incrementar en 2 mil las plazas en las facultades de medicina el próximo año ha sido objeto de críticas feroces por parte de los manifestantes y de la comunidad médica en general. La falta de atención a especialidades esenciales y mal remuneradas como pediatría y urgencias ha agitado el debate sobre la viabilidad y eficacia del plan gubernamental.

En un intento por gestionar mejor el envejecimiento de la población, las autoridades han defendido el aumento de plazas argumentando que la tasa de médicos por habitante en el país se encuentra entre las más bajas de las naciones desarrolladas. Sin embargo, la resistencia de los médicos y residentes ha evidenciado las fisuras en el sistema de salud y ha puesto en entredicho la capacidad del gobierno para solucionar la crisis.

La protesta de los médicos y residentes en Seúl es un reflejo de las tensiones y desafíos que enfrenta el sistema de salud en Corea del Sur. Mientras las negociaciones entre las partes continúan, la incertidumbre y la preocupación persisten en medio de un escenario marcado por la lucha por los derechos y la calidad en la atención médica.

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