El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha rechazado adoptar una postura más enérgica contra la ofensiva de Israel en Gaza, a pesar de la creciente presión de grupos de izquierda en el país que le exigen denunciar el «genocidio» y romper relaciones con el gobierno israelí.

Durante su rueda de prensa diaria, el mandatario afirmó que una postura más contundente limitaría la autoridad de México para ayudar a lograr la paz, razón por la cual mantiene una política de neutralidad.

Desde el inicio de la guerra entre Israel y el grupo palestino Hamás, grupos a favor de Palestina y sindicatos han instado a López Obrador a adoptar una postura más firme contra las agresiones del gobierno de Benjamín Netanyahu, que han ocasionado la muerte de más de 20.000 personas en la Franja de Gaza.

A pesar de que países de la región como Bolivia, Colombia y Chile han elevado sus críticas a los bombardeos de Israel, el presidente de México rechaza romper relaciones con el gobierno israelí y defiende su postura neutral. Según López Obrador, la solución a estos conflictos debe ser pacífica y no está a favor del uso de la fuerza.

El mandatario negó que su postura tenga relación con el esfuerzo de su gobierno para extraditar desde Israel a Tomás Zerón, exdirector de la extinta Agencia de Investigación Criminal de México, implicado en el caso de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa en 2014. López Obrador aseguró que México no tiene acuerdos vergonzosos con el gobierno israelí ni con ningún otro gobierno del mundo.

El presidente mexicano ha rechazado hablar de un «genocidio» contra el pueblo palestino y ha destacado que su posición de neutralidad también ha generado críticas por parte de la embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger.

Según López Obrador, la embajadora no aprobó su postura porque consideró que si México no condenaba a Hamás, estaba a favor del terrorismo. Sin embargo, el mandatario reafirmó su postura y expresó su intención de detener el fuego en la región.