La Casa Blanca hizo público este domingo el anuncio de que en cuestión de semanas estará en operación un muelle de fabricación estadounidense destinado a incrementar la ayuda humanitaria llegando a Gaza.

Sin embargo, cabe destacar que esta nueva medida no viene con la intención de reemplazar las vías terrestres, a través de camiones, como la principal forma de suministrar alimentos a la población en el territorio palestino.

La presión sobre Israel para permitir el ingreso de mayores cantidades de asistencia a Gaza ha ido en aumento, especialmente en un momento en que la ONU ha advertido sobre el riesgo inminente de una hambruna en la región.

El Pentágono informó la semana pasada que las fuerzas armadas estadounidenses han iniciado la construcción de este muelle con el objetivo de acelerar las entregas de ayuda. «Probablemente pasen entre dos y tres semanas antes de que podamos iniciar las operaciones de manera completa», afirmó el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una entrevista para ABC News.

Kirby resaltó que, si bien esta plataforma flotante para llevar más alimentos y artículos esenciales a Gaza será de gran utilidad, también tiene sus limitaciones, debido a que nada puede reemplazar las rutas terrestres y los camiones.

Asesinato de siete trabajadores humanitarios

Después del trágico asesinato de siete trabajadores humanitarios en un ataque israelí el pasado 1 de abril, generando una ola de indignación a nivel internacional, el presidente Joe Biden ha instado a Israel a hacer un mayor esfuerzo para evitar víctimas civiles palestinas y permitir un mayor flujo de ayuda hacia Gaza.

El mandatario también ha condicionado la continuidad de la asistencia estadounidense a Israel a la realización de estos cambios. Según Kirby, Israel está cumpliendo con su compromiso y ha comenzado a permitir el ingreso de más camiones, especialmente en el norte de la Franja de Gaza, una zona que ha sido particularmente afectada por los bombardeos israelíes.

Según el Ministerio de Sanidad gazatí, el Ejército israelí ha causado 34 mil 388 muertos, que en su mayoría son mujeres y niños, además de 77 mil 437 heridos. También advierte que hay víctimas “bajo los escombros y en las carreteras” cuyos cuerpos no pueden ser recuperados por los equipos de emergencia.

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