La ciudad ucraniana de Sumy vivió una de sus jornadas más trágicas este domingo, cuando un doble ataque con misiles rusos impactó su zona central. El ataque ocurrió alrededor de las 10:15 de la mañana, mientras numerosos ciudadanos se congregaban para celebrar el Domingo de Ramos, informaron fuentes oficiales ucranianas.

Dos misiles balísticos golpearon directamente el corazón de la ciudad, provocando una escena de caos, destrucción y muerte que ha conmocionado al país entero. Según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, al menos 32 personas murieron, incluidos dos niños, y 84 resultaron heridas, entre ellos diez menores de edad.

Videos e imágenes difundidos muestran calles cubiertas de escombros, vehículos calcinados y cuerpos envueltos en mantas térmicas entre restos de edificios colapsados. El alcalde interino de Sumy, Artem Kobzar, expresó su dolor en redes sociales, calificando el ataque como una “terrible tragedia” para la comunidad en una fecha sagrada.

Zelensky exige una respuesta internacional

El presidente Volodimir Zelensky confirmó que los esfuerzos de rescate continuaban y exigió una respuesta firme de la comunidad internacional ante la agresión rusa.“Lo que se necesita es una actitud hacia Rusia que un terrorista merece”, dijo Zelensky, visiblemente indignado por el nuevo ataque a civiles indefensos.

Este es el segundo gran ataque a civiles en menos de dos semanas, tras el bombardeo en Kryvyi Rih, que mató a 20 personas, incluidos nueve niños. Zelensky criticó la ineficacia de las conversaciones diplomáticas para detener la violencia, y pidió una postura global firme contra el “terrorismo ruso”.

Станом на зараз відомо вже про 31 загиблого в Сумах після удару російських балістичних ракет. Серед загиблих – двоє дітей. Мої співчуття рідним та близьким. Понад 80 людей поранені, зокрема десять дітей. Усім надається необхідна допомога.

Дуже важливо всім у світі не мовчати, не… pic.twitter.com/WvlZK52wgZ

— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) April 13, 2025

Simultáneamente, en Járkiv, otro misil ruso impactó un jardín de infancia, dañando su estructura. Afortunadamente, no se reportaron víctimas en ese incidente. La jornada violenta ocurrió tras nuevas tensiones diplomáticas entre Rusia y Ucrania sobre un acuerdo de pausa en ataques a infraestructura energética.

En declaraciones separadas, los ministros de exteriores de ambos países se acusaron mutuamente de violar el pacto, aumentando el escepticismo sobre una solución negociada. Mientras tanto, la población civil sigue pagando el precio más alto de una guerra que pronto cumplirá su cuarto año sin una salida clara a la vista.

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