Florida.- El empresario y magnate Elon Musk ha logrado consolidar una estrecha relación con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien le ha encomendado la tarea de «desmantelar» la burocracia del país y recortar al menos 2 billones de dólares del presupuesto del Gobierno. Este nombramiento ha generado cuestionamientos sobre la viabilidad de esta misión y la continuidad de la relación entre ambos, marcada por egos que parecían irreconciliables en el pasado.

«Estoy emocionado de anunciar que el gran Elon Musk, junto con el patriota estadounidense Vivek Ramaswamy, liderará el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE en inglés)», declaró Trump en un comunicado el pasado 12 de noviembre, en el que señaló que esta iniciativa buscará sacudir el sistema y poner fin al despilfarro gubernamental.

La designación de Musk como «zar» encargado de recortar billones de dólares del gasto público representa el punto culminante de una alianza entre ambos empresarios, que ha transformado a Musk en un ferviente partidario del trumpismo. A pesar de que en el pasado existieron fricciones entre ellos, con declaraciones públicas poco amistosas, la influencia de Musk en la sombra ha crecido hasta tal punto que se le considera una suerte de vicepresidente no electo en la administración.

Elon Musk a cargo de la eficiencia gubernamental

El principal objetivo de esta iniciativa liderada por Musk es reducir el gasto público estadounidense, que representa alrededor del 30% del presupuesto federal, para hacer frente a la creciente deuda del país, que asciende a 35,7 billones de dólares. Este desafío implica analizar detenidamente los gastos obligatorios y discrecionales, así como los costes asociados al pago de intereses de la deuda, con el objetivo de optimizar el uso de los recursos y evitar una crisis económica.

A pesar de las muestras presentadas por Musk para ilustrar los gastos superfluos, como estudios costosos sobre comportamientos animales o inversiones poco eficientes, algunos dudan de la viabilidad de recortar 2 billones de dólares del presupuesto anual. Sin embargo, la reputación de Musk como un empresario capaz de tomar decisiones drásticas, como la compra y reestructuración de Twitter, hace que muchos confíen en su capacidad para lograr esta ambiciosa meta.

No obstante, no todos en el círculo cercano a Trump están conformes con el papel que Musk está desempeñando en la transición gubernamental. Voces internas han señalado que Musk parece comportarse como un «co-presidente» y que se atribuye un papel crucial en la victoria electoral de Trump, lo que ha generado fricciones dentro del equipo de trabajo.

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