Una «crisis de última hora» con el grupo insurgente Hamás llevó al Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a retrasar la aprobación del acuerdo para pausar los combates en la Franja de Gaza y liberar a decenas de rehenes. Mientras tanto, los ataques aéreos israelíes provocaron la muerte de al menos 72 personas en este enclave devastado por la guerra.

Netanyahu expresó su preocupación por problemas con el acuerdo solo unas horas después de que fuera anunciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y Qatar, mediador clave en el proceso. A pesar de que los palestinos, familiares de los rehenes y líderes mundiales han dado la bienvenida al acuerdo que se espera entre en vigor el domingo, Netanyahu señala que aún no está finalizado.

La oficina de Netanyahu declaró que el gobierno israelí no aprobará el pacto hasta que Hamás cumpla con sus compromisos y acusa al grupo insurgente de no cumplir ciertas partes del acuerdo en un intento por obtener concesiones de última hora, sin proporcionar detalles adicionales al respecto.

Por su parte, Izzat al-Rishq, un alto funcionario de Hamás, afirmó que el grupo está comprometido con el acuerdo de alto al fuego anunciado por los mediadores.

El acuerdo anunciado incluye la liberación de decenas de rehenes retenidos en Gaza y la pausa de los combates como parte de un plan para poner fin al conflicto que ha desestabilizado Oriente Medio durante los últimos 15 meses y ha generado protestas en todo el mundo.

La guerra en Gaza comenzó cuando insurgentes liderados por Hamás atacaron el sur de Israel de manera sorpresiva el 7 de octubre de 2023, causando la muerte de al menos 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando a 250 como rehenes.

En respuesta, Israel lanzó una severa ofensiva que ha cobrado la vida de más de 46.000 personas en Gaza, la mayoría de ellas mujeres y niños, según el Ministerio de Salud. A pesar de las cifras, Israel afirma haber eliminado a más de 17.000 insurgentes, aunque no ha presentado pruebas que respalden esta afirmación.

La intensidad de la campaña militar ha resultado en la destrucción de vastas áreas de Gaza y en el desplazamiento de aproximadamente el 90% de sus 2.3 millones de habitantes. Según Naciones Unidas, cientos de miles de personas luchan contra el hambre y las enfermedades en precarios campamentos de tiendas de campaña a lo largo de la costa.

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