El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dio luz verde a los planes operativos del ejército israelí para una ofensiva en la ciudad de Rafah, ubicada en el sur de Gaza. Según un comunicado oficial israelí, esta decisión ha desatado un fuerte debate en la comunidad internacional.

Israel afirmó que Rafah continúa siendo el último baluarte importante de Hamás en la Franja, después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaran a cabo operativos en otras zonas del enclave palestino. El gobierno israelí enfatizó que una invasión en Rafah es crucial para alcanzar los objetivos de la guerra, asegurando que la cuestión no es «si» sino «cuándo» se llevará a cabo.

La noticia genera preocupación en varios países, incluyendo Estados Unidos y Egipto, debido a que Rafah alberga actualmente a más de un millón de palestinos desplazados de otras áreas de Gaza. En respuesta a estas inquietudes, Israel anunció que está planificando la evacuación y protección de civiles como parte de su estrategia ofensiva.

Por otro lado, Netanyahu rechazó la última propuesta presentada por Hamás, calificando sus demandas de «absurdas». Las negociaciones entre Israel y Hamás han sido tensas en las últimas semanas, con ambas partes acusándose mutuamente de sabotear las conversaciones y formular demandas poco realistas. Israel insiste en que no aceptará un acuerdo que incluya un cese permanente del conflicto mientras Hamás siga en el poder.

Ante esta situación, la comunidad internacional insta a ambas partes a retomar el diálogo y encontrar una solución pacífica y duradera a la crisis en Gaza.

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