Nicaragua celebra el proceso de su salida oficial de la Organización de Estados Americanos (OEA), esta decisión es vista por el gobierno como un acto de soberanía. El país centroamericano acusa a la OEA de ser «injerencista» y de estar «subordinada» a los intereses de Estados Unidos.

El canciller Denis Moncada emitió un comunicado en el que expresó la satisfacción de Nicaragua por dejar de ser miembro de esa organización a la cual considera un «instrumento de intervención» del gobierno estadounidense. Moncada destacó que Nicaragua rompió ha dejado de ser parte de un «infame organismo llamado OEA».

Nicaragua ve su salida como un acto de independencia

El retiro de Nicaragua se debe a la negativa del organismo para reconocer las elecciones en las que Daniel Ortega fue reelegido en 2021. Estas elecciones también fueron cuestionadas por Estados Unidos y la Unión Europea, quienes argumentaron la falta de una real oposición en el proceso electoral.

El gobierno nicaragüense ha sido claro al sostener que la OEA tuvo una actuación «parcializada» durante la crisis que se desató en 2018, cuando manifestaciones antigubernamentales y enfrentamientos con partidarios del gobierno dejaron un saldo de aproximadamente 300 muertos.

Nicaragua considera que la organización se involucró en estos eventos de forma sesgada, y asegura que las protestas fueron un intento de golpe de Estado promovido por el país estadounidense. Como consecuencia de estas manifestaciones, miles de nicaragüenses se exiliaron, cientos de opositores fueron encarcelados y numerosas organizaciones no gubernamentales fueron cerradas y sus bienes confiscados.

EU podría imponer severas sanciones

Por otra parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha señalado que este retiro demuestra la «desesperación» del gobierno nicaragüense por evitar ser responsabilizado por abusos a los derechos humanos.

La OEA ha expresado su profundo pesar por la salida de Nicaragua, aunque ha enfatizado que esto no exime al país de sus demás obligaciones legales derivadas de su pertenencia a otras convenciones interamericanas.

Ahora, Estados Unidos analiza la posibilidad de imponer más sanciones a Nicaragua; situación que solo incrementaría las tensiones entre ambos países.