Paraguay.- Decenas de niñas, niños y adolescentes tomaron las calles de Asunción el pasado sábado para alzar sus voces en contra de la violencia sexual infantil, un flagelo que ha afectado a más de 1.000 víctimas en Paraguay en lo que va del año.

Con pancartas en mano y consignas como «Los niños no se tocan» o «Se va a acabar esta costumbre de abusar«, los manifestantes se reunieron en la Plaza Uruguaya en conmemoración del Día Nacional contra el Abuso y la Explotación Sexual de la niñez y de adolescentes.

Evelin, una niña de 12 años y vocera del Movimiento contra la violencia sexual de niños y adolescentes, expresó su deseo de que el presidente de Paraguay, Santiago Peña, busque justicia para las víctimas y no deje impunes estos actos atroces.

La trágica historia de Felicita Estigarribia, una niña de 11 años encontrada sin vida y con signos de abuso sexual en 2004, fue recordada durante la marcha como un llamado a la acción y a la protección de los más vulnerables.

Una de las demandas principales de los manifestantes fue la implementación de una política pública de educación integral de la sexualidad, considerada una herramienta fundamental para prevenir la violencia sexual infantil en el país.

Cintia Escurra, de la Base Educativa Comunitaria de Apoyo (BECA), destacó la importancia de educar a la infancia paraguaya para prevenir estos aberrantes actos, revelando que muchas víctimas optan por no denunciar por miedo, especialmente cuando los abusos ocurren al interior de las familias.

Por su parte, Juan Isfrán, de la Asociación Callescuela, urgió al Ministerio de Salud a implementar políticas de atención y protección a las víctimas, así como a mejorar la celeridad en la resolución de los casos en las instituciones de justicia.

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