Una investigación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha arrojado nuevas evidencias de presuntos crímenes de guerra y «ataques indiscriminados» perpetrados por el Ejército de Rusia en Ucrania, como parte de la invasión que se inició en febrero de 2022.

La Comisión Internacional de Investigación de Naciones Unidas sobre Ucrania ha señalado que existen pruebas de que las fuerzas rusas han violado el Derecho Internacional y los Derechos Humanos de la población local.

Estos actos incluyen violaciones y deportaciones de menores a Rusia.

En un informe presentado ante la Asamblea General de la ONU, se destacan específicamente los ataques contra ciudades como Uman y Jersón.

La comisión ha documentado «ataques que afectan a objetivos civiles, como viviendas residenciales, estaciones de tren, comercios y almacenes de uso civil, lo que ha llevado a un gran número de víctimas».

Nueva Investigación de la ONU revela indicios de crímenes de guerra cometidos por Rusia en Ucrania

A pesar de las negaciones de Rusia sobre estos crímenes de guerra, la comisión ha logrado documentar casos de violaciones que involucran «el uso de la fuerza o la coerción psicológica».

La mayoría de estos incidentes tuvieron lugar después de que los perpetradores irrumpieran en las viviendas de las víctimas.

Muchas de ellas relataron haber sido violadas «bajo amenaza de pistola» o ante la intimidación «contra la vida e integridad de sus familiares».

Además, la comisión ha recopilado datos sobre el presunto traslado de unos 31 menores ucranianos a Rusia en mayo pasado y ha concluido que «esto constituye una deportación y un crimen de guerra».

A pesar de ello, Moscú ha negado repetidamente estas acusaciones.

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