Tokio.- En su primer discurso como primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba ha levantado alarmas sobre la posibilidad de que Asia Oriental siga el camino de Ucrania si no se toman medidas para evitar una mayor división en la comunidad internacional. Con un tono sombrío, Ishiba advirtió que la situación en Oriente Medio y el creciente deterioro de las relaciones entre Japón y China están contribuyendo a una división cada vez mayor y a conflictos potenciales en la región.

En un momento en el que la tensión entre las potencias regionales es palpable, Ishiba hizo una referencia velada a los temores de una invasión china de Taiwán, resaltando la necesidad de una disuasión efectiva para evitar que situaciones como las de Ucrania se repitan en Asia Oriental. La relación entre Japón y China se ha visto afectada por disputas territoriales y la presencia militar cada vez más robusta en la región, lo que ha llevado a Tokio a fortalecer sus alianzas de seguridad con Estados Unidos y otros países aliados.

Ishiba, partidario de la creación de una alianza militar regional inspirada en la OTAN, ha dejado claro que la seguridad de Japón está en juego y que se deben tomar medidas urgentes para hacer frente a las amenazas actuales. Su compromiso de aumentar el salario mínimo en más de un 40% antes de que termine la década también refleja su determinación de estimular la economía nacional y proteger a los trabajadores japoneses de los efectos devastadores de la inflación.

Primer ministro de Japón da su primer discurso en el cargo

A nivel interno, Ishiba busca mejorar las condiciones laborales y estimular el consumo a través de incrementos salariales significativos que superen el aumento de los precios. Con una población envejecida y una tasa de natalidad decreciente, Japón se enfrenta a una crisis demográfica que requiere medidas urgentes para garantizar un futuro sostenible. Ishiba ha calificado la situación como una «emergencia silenciosa» y se ha comprometido a promover políticas de apoyo a las familias, como horarios de trabajo flexibles.

Además, el primer ministro ha tocado un tema sensible en la sociedad japonesa al abordar la cuestión de la sucesión en la familia imperial. Con la falta de herederos masculinos al trono y las estrictas reglas de sucesión que excluyen a las mujeres, Ishiba ha llamado a un debate sobre la necesidad de revisar estas normas para garantizar la estabilidad de la familia imperial y su relevancia en la sociedad japonesa actual.

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