La Organización Mundial para la Salud (OMS) anunció que, según un nuevo estudio, las vacunas contra la Covid-19 han desempeñado un papel crucial al salvar al menos 1.4 millones de vidas en la Región Europea. Este hallazgo pone de relieve el impacto positivo de las campañas de vacunación, especialmente entre la población de 60 años o más. Sin embargo, en medio de estos avances, surgen preguntas sobre la accesibilidad global y los efectos a largo plazo de las vacunas.

Contribución de las vacunas: reducción del 57% en mortalidad

Según el informe de la OMS, desde la introducción de las vacunas en diciembre de 2020, se ha logrado una reducción del 57% en las muertes relacionadas con la Covid-19. Esto se traduce en más de 1.4 millones de vidas salvadas en la Región Europea, destacando la efectividad de las campañas de vacunación.

El estudio revela que el grupo de edad de 60 años o más, considerado de mayor riesgo, ha experimentado una reducción significativa en la mortalidad. La disminución alcanzó el 62% en el grupo de mayores de 80 años, marcando un impacto sustancial en las poblaciones más vulnerables.

El poder de las dosis de refuerzo: 700,000 vidas salvadas

La OMS destaca el papel crucial de las dosis de refuerzo, señalando que solo la primera dosis de refuerzo ha salvado alrededor de 700,000 vidas. Estos datos resaltan la importancia continua de los programas de vacunación y las estrategias de refuerzo para mantener la protección contra las variantes emergentes del virus.

A pesar de los éxitos en la Región Europea, el acceso a las vacunas no ha sido equitativo en todo el mundo. Desde 2021, se han planteado preocupaciones sobre el acceso desigual y el papel del monopolio farmacéutico en la distribución de vacunas. La revista latinoamericana Crisis subraya que este escenario refuerza el dominio del capital sobre la vida humana.

Efectos a largo plazo y desafíos continuos

Aunque las vacunas han demostrado ser efectivas en el corto plazo, persisten dudas sobre los efectos a largo plazo. La OMS ha advertido que la Covid-19 no ha desaparecido, y se necesitan investigaciones continuas para evaluar la duración de la inmunidad y los posibles efectos secundarios a largo plazo.

Cabe destacar que el último informe de Farmacovigilancia de la vacuna contra el Covid-19 en España, registró más de 55,000 notificaciones de eventos adversos, con un 74% de ellas reportadas por mujeres. Aunque se consideraron graves alrededor de 11,048 casos, surge la pregunta sobre la relación riesgo-beneficio a largo plazo.

Covid-19: una realidad permanente

El director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge, destaca que la sociedad ha aprendido a vivir con la Covid-19. Con la mayoría de la población adquiriendo cierto nivel de inmunidad a través de la vacunación o la infección, se destaca la capacidad de evaluar el riesgo individual y colectivo.

A medida que celebramos el impacto positivo de las vacunas en la Región Europea, es esencial reflexionar sobre los desafíos pendientes. La equidad en el acceso global, la investigación continua sobre efectos a largo plazo y la gestión de eventos adversos son áreas cruciales que requieren atención.

En última instancia, el camino hacia el control de la pandemia sigue siendo una combinación de esfuerzos de vacunación, medidas de prevención y una vigilancia constante de la evolución del virus.

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