El Ministerio de Salud de Perú (Minsa) causó una fuerte controversia al clasificar a la comunidad LGBTQ+ como enfermos mentales. Esta declaración, considerada regresiva y polémica, generó una ola de reacciones tanto a nivel nacional como internacional. En respuesta, más de medio centenar de expertos de las Naciones Unidas (ONU) pidieron a los gobiernos a redoblar los esfuerzos para combatir la discriminación y la violencia basadas en la orientación sexual y la identidad de género.
Avances y retrocesos en la lucha por los derechos LGBTQ+
El próximo 17 de mayo se conmemoran 34 años desde que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).
Esta fecha también marca el ‘Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia’. A pesar de los avances logrados desde entonces, los expertos de la ONU lamentan que la discriminación y la violencia sistémicas continúan afectando a la comunidad LGBTQ+ en muchas partes del mundo.
En un comunicado, varios relatores y expertos de la ONU, incluido Graeme Reid, experto sobre la protección contra la violencia y la discriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género, expresaron su preocupación por la creciente proliferación de leyes y políticas que restringen las libertades fundamentales de expresión, reunión y asociación de la comunidad LGBTQ+.
Datos alarmantes sobre la criminalización y restricciones
Según la Asociación Internacional de personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), al menos 62 Estados miembros de la ONU siguen criminalizando las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo.

Además, 59 países tienen restricciones a la libertad de expresión relacionadas con cuestiones de diversidad sexual y de género. Estos datos subrayan la necesidad urgente de intensificar los esfuerzos para proteger los derechos humanos de las personas LGBTQ+.
Por otro lado, los expertos de la ONU también han señalado que las personas marginadas social y económicamente debido a su orientación sexual o identidad de género enfrentan un mayor riesgo de experimentar pobreza, falta de vivienda, y exposición a la contaminación y a los impactos climáticos. Estas condiciones agravan aún más su vulnerabilidad y requieren una respuesta integral y coordinada por parte de los gobiernos y la comunidad internacional.
Respuesta internacional y solidaridad de la ONU
La ONU, a través de sus expertos, pidió a todos los países a revisar y derogar las leyes discriminatorias y a implementar políticas que promuevan la igualdad y la no discriminación. Este llamado a la acción es crucial para asegurar que las personas LGBTQ+ puedan vivir sin miedo y con dignidad, y para garantizar que sus derechos humanos sean plenamente respetados y protegidos.
Organizaciones de derechos humanos, activistas y gobiernos han expresado su apoyo a la comunidad LGBTQ+ y su compromiso de continuar trabajando para erradicar la discriminación y la violencia. Asimismo, la presión internacional puede desempeñar un papel vital en promover cambios legislativos y culturales necesarios para proteger a las personas LGBTQ+ en todo el mundo.
A medida que el mundo celebra los avances alcanzados, es fundamental reconocer que aún queda mucho por hacer para lograr una verdadera igualdad y justicia para todos. La comunidad internacional debe unirse para garantizar que los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, sean plenamente respetados y protegidos.