En medio de una creciente preocupación por la calidad de los servicios de salud en Corea del Sur, cientos de defensores de los derechos de los pacientes se han unido en una movilización para exigir el fin de la huelga médica que ha paralizado los hospitales del país desde febrero.

Miles de practicantes médicos han abandonado sus puestos en protesta por el plan del gobierno de aumentar las cuotas de las facultades de medicina, argumentando que esta medida afectaría negativamente la calidad de la educación especializada en medicina en el país. Como consecuencia de esta huelga, los hospitales han experimentado retrasos en los tratamientos programados y han tenido que cancelar procedimientos importantes como la quimioterapia.

Un grupo de alrededor de 300 manifestantes se reunió en la capital surcoreana para iniciar al fin de la huelga médica y solicitar leyes que impidan futuras acciones laborales de este tipo. Los organizadores de la movilización expresaron su frustración por el daño y la ansiedad continua que están sufriendo los pacientes, enfatizando que los servicios médicos no deben suspenderse bajo ninguna circunstancia.

En un acto de protesta simbólica, Kim Jeong-ae, padre de una paciente con síndrome, se afeitó la cabeza mientras cuestionaba a los médicos en huelga, preguntándoles si actuarían de la misma forma si los pacientes fueran sus propios hijos. Jeong-ae también acusó al personal de salud de utilizar a los pacientes como «peones» en su disputa laboral.

Respuesta gubernamental: Soluciones para la escasez de médicos

Tras tres meses de huelga médica, el gobierno de Corea del Sur  ha aprobado un aumento de aproximadamente mil 500 plazas en las facultades de medicina para el año 2025, con el objetivo de abordar la escasez de médicos y el envejecimiento rápido de la población. Esta medida busca encontrar una solución a largo plazo para garantizar la atención médica adecuada para todos los ciudadanos.

La huelga médica ha generado solidaridad entre médicos especialistas, profesores de las principales instituciones médicas y personal de otros centros médicos, quienes han suspendido tratamientos ambulatorios y cirugías no urgentes en apoyo a la huelga indefinida. Sin embargo, la presión de los pacientes y la sociedad civil sigue creciendo, exigiendo una pronta solución al conflicto que garantice el acceso oportuno a servicios de salud de calidad para todos los ciudadanos surcoreanos.

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