Ámsterdam, Países Bajos.- La Corona de Países Bajos esta próxima a pasar a manos de la princesa Amalia, que de querer podría reinar junto a otra mujer, ya que el primer ministro, Mark Rutte, dejó en claro que no es impedimento para gobernar la diversidad sexual.

El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal desde 2001 y aunque no se había especificado si incluía a miembros de la realeza, esto se comunicó después del libro “Amalia, la llamada del deber”, de Peter Rehwinkel, donde hablaba de que pasaría si la joven gustaba de mujeres.

Amalia de 17 años ha causado controversia en Países Bajos al rechazar los ingresos reales a los que tiene derecho mientras sea estudiante, pero no ha precisado su orientación sexual.

Sin embargo, el anuncio es un gran paso para la comunicad LGBTIQ+ que busca la igualdad de derechos en cualquier aspecto, ya sea sociedad en general o de la realeza.

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“El gobierno cree que la heredera también puede casarse con una persona del mismo sexo”, escribió Rutte en su respuesta al Parlamento. “Por lo tanto, el gabinete no considera que un heredero al trono o el rey deba abdicar si él/ella quiere casarse con una pareja del mismo sexo”.

Ante el anuncio surgió la duda de la sucesión, pero el primer ministro comentó: No tiene sentido intentar decidir eso ahora, es muy dependiente de los hechos y circunstancias del caso específico.