Este martes, diversos sectores políticos y sociales de Panamá se han unido en un rechazo unánime a la reciente amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de «recuperar» el canal interoceánico en el país centroamericano. Manifestaciones frente a la embajada estadounidense en Panamá han sido testigo de la quema de fotos de Trump y banderas de Estados Unidos como muestra de repudio. Las protestas surgieron tras la declaración de Trump de que su país recuperaría el control del canal debido a supuestas violaciones por parte de Panamá a los tratados firmados en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el líder panameño Omar Torrijos, que permitieron la entrega del canal a Panamá en 1999.

En respuesta a estas afirmaciones, el expresidente panameño Martín Torrijos, hijo de Omar Torrijos, ha denunciado que Trump está construyendo una retórica basada en «falacias» como la supuesta presencia china en la administración del canal y el costo para los barcos estadounidenses. Según Torrijos, estas afirmaciones son falsas y buscan desinformar a la población, tanto en Estados Unidos como en Panamá.

Por su parte, diversos partidos políticos, gremios empresariales, asociaciones civiles y académicos respaldaron al presidente panameño, José Raúl Mulino, quien afirmó que el canal seguirá bajo control panameño y que las acusaciones de Trump carecen de fundamento. El expresidente Ernesto Pérez Balladares, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), ha señalado que la amenaza de Trump no es una cuestión de negociación, sino de defensa de la soberanía panameña. Advierte que Panamá debe prepararse para posibles presiones económicas por parte de la administración estadounidense.

Unidad legislativa y la postura de Panamá

En el ámbito legislativo, diputados de todos los partidos políticos han rechazado la amenaza de Trump y respaldado la postura de Mulino. Se ha hecho un llamado a la unidad nacional y a la búsqueda de alianzas internacionales para proteger los intereses del país frente a esta situación. Ante los acontecimientos, el presidente Mulino ha reiterado que el canal es y seguirá siendo de Panamá, descartando cualquier intervención extranjera en su administración.

En su discurso de posesión, Trump reiteró su intención de recuperar el control del canal, alegando supuestas violaciones de los acuerdos de 1999. En este contexto de tensiones, Panamá ha demostrado su unidad y firmeza en defensa del canal interoceánico, un patrimonio nacional que representa un punto clave en la economía del país y en la conectividad entre los océanos Pacífico y Atlántico. Las manifestaciones continúan como muestra de rechazo a las amenazas de Trump y en defensa de la soberanía panameña sobre el canal.

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