El papa Francisco aceptó la renuncia del obispo polaco Andrzej Franciszek Dziuba, luego de ser acusado de encubrir abusos sexuales a un menor en su diócesis de Łowicz, en Polonia. La noticia conmocionó a la comunidad católica y ha generado un debate sobre la responsabilidad de la Iglesia en los casos de abuso.

La renuncia de Dziuba fue solicitada por la Santa Sede, tras recibir denuncias de negligencia en la gestión de casos de abuso sexual por parte de sacerdotes en su diócesis. La investigación llevada a cabo por la Santa Sede reveló omisiones por parte del obispo en el tratamiento de denuncias de abuso sexual, lo que eventualmente condujo a su renuncia.

El Motu Proprio «Vos estis lux mundi» del papa Francisco, publicado en 2019, establece un procedimiento claro para denunciar abusos sexuales y de poder por parte de clérigos, y exige celeridad en las investigaciones preliminares. En este caso, la Comisión Estatal sobre Pedofilia presentó una notificación a la fiscalía contra Dziuba por no informar a las autoridades sobre un caso de abuso sexual de un menor cometido por un sacerdote subordinado a él en 2016.

La renuncia de un obispo por encubrimiento de abusos sexuales es un paso significativo en la lucha contra la impunidad en la Iglesia Católica. El papa Francisco reiteró en diversas ocasiones su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas en los casos de abuso, y esta decisión refuerza su postura al respecto.

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