El papa Francisco condenó los recientes bombardeos a un hospital pediátrico en Kiev, el más grande de Ucrania, y a una escuela en la Franja de Gaza. En un comunicado emitido por el Vaticano, el pontífice se mostró consternado por la pérdida de vidas y la destrucción causada por estos actos de violencia.

El hospital pediátrico de Kiev fue blanco de bombardeos rusos el pasado lunes, causando la muerte de al menos dos personas y dejando a 32 heridos, según informaron las autoridades locales. El papa Francisco manifestó su solidaridad con las víctimas y sus familias, y pidió por la pronta recuperación de los heridos.

Por su parte, el Kremlin atribuyó el ataque a los sistemas de defensa aérea ucranianos, asegurando que las fuerzas rusas solo apuntan a objetivos militares. Sin embargo, la comunidad internacional ha condenado enérgicamente estos ataques indiscriminados que afectan a la población civil.

En Gaza, la situación no es menos desgarradora. El papa Francisco también denunció el bombardeo de una escuela en medio del conflicto entre Israel y Hamás, que ha cobrado la vida de numerosas personas desde su inicio el mes pasado. A pesar de las posibles justificaciones de las partes involucradas, el pontífice pidió el cese inmediato de la violencia y el inicio de negociaciones para encontrar una solución pacífica a los conflictos en curso.

El patriarcado latino de Jerusalén ha condenado la incursión del ejército israelí contra la escuela de la Sagrada Familia en Gaza, que resultó en la muerte de al menos cuatro personas, incluyendo un miembro de Hamas. El ejército israelí alega que la escuela albergaba a terroristas y una fábrica de armas, sin embargo, esto no justifica el ataque a un centro educativo donde deberían estar a salvo los niños.

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