• Hoy, en la sociedad se escucha más a los poderosos que a los débiles: Francisco

Roma, Italia.- El papa Francisco este miércoles emitió un duro mensaje, en donde llama a la sociedad d a asumir cada quien su parte de responsabilidad, sin que nadie se sienta marginado, excluido o ignorado.

Admitió que para salir de esta crisis por la pandemia, el camino de la solidaridad necesita de la subsidiaridedad. “No hay verdadera solidaridad sin participación social, sin la contribución de las familias, asociaciones cooperativas, pequeñas empresas y la sociedad general”.

El camino de la #solidaridad necesita de la subsidiariedad: no hay verdadera solidaridad sin participación social, sin la contribución de las familias, las asociaciones, las cooperativas, las pequeñas empresas, la sociedad civil. #AudienciaGeneral

— Papa Francisco (@Pontifex_es) September 23, 2020

En ese sentido, el líder de la grey católica en el mundo criticó que para curar la pandemia del Coronavirus, los países estén escuchando más a las farmacéuticas o laboratorios que al personal de salud que están en la primera línea de batalla en hospitales.

En la audiencia general, el Papa condenó que en la sociedad no se da un participación de todos los sujetos involucrados y se priorizan intereses económicos sobre los sociales.

Recalcó que se escucha más a la grandes compañías que a la gente o aquellos que mueven la economía de los pueblos, se escucha más a las grandes empresas que a los movimientos sociales, se escucha más a los poderosos que a los débiles.

Por ello, recomendó que se debe escuchar a los trabajadores de la salud, que están enfrentando la pandemia y están comprometidos en hospitales o campos de refugiados.

Francisco aseveró que tampoco se da voz a los pueblos indígenas, sus culturas y visiones del mundo.

Dijo que durante la cuarentena obligada, en varios países inició el gesto del aplauso al personal médico y enfermos como signo de aliento de aliento y esperanza, por lo que pidió extender ese aplauso a cada miembro del cuerpo social, por su valiosa contribución, por pequeña que sea.

Finalmente, precisó que la pandemia puede ser una oportunidad de construir un futuro donde la dimensión local y global se enriquecen mutuamente, donde la belleza y riqueza de los grupos menores pueda florecer, para que donde quien tiene más, se comprometa a servir y dar más a quien tiene menos.

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