Este miércoles, el secretario de la Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, rechazó las medidas que empleó el presidente Donald Trump empleó para detener las protestas como la solicitud a los gobernadores de activar a las tropas de la Guardia Nacional.

Sin duda ésta representa una reacción inesperada con la Casa Blanca, abriendo un frente más ante la semana complicada que han vivido en los últimos días por las manifestaciones en contra  de la violencia racista.

Consideró que el uso de las tropas o de la Fuerza Armada debió ser el último recurso y solo en situaciones más urgentes o extremas.

“No estamos en una de esas situaciones ahora. No soporto invocar la Ley de Insurrección”, afirmó.

El lunes pasado se dispuso desplegar a miles de soldados fuertemente armados  para detener los disturbios y poco tiempo después, los manifestantes en la Casa Blanca fueron dispersados con gases lacrimógenos  para que el Mandatario estadounidense pudiera cruzar a pie a la plaza y posar en una iglesia.

Hasta el momento más de 10 mil personas en las diferentes entidades han sido detenidas por los disturbios en protestas masivas, además 40 ciudadanos decretaron como medida el toque de queda  y están bajo la custodia de la Guardia Nacional.

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